Dos son los lugares próximos entre sí que sobresalen en todo el contorno del valle de Isábena, afluente del Ésera que baja desde el valle de Benasque: la excatedral de Roda de Isábena… y el Monasterio de Sta María de Obarra.
A. García Omedes explica extensamente la historia, la reconstrucción y el arte completo de esta gran iglesia catedral en románicoaragonés.com.
Me llamó la atención la plaza…, allá arriba donde se acaba el caserío medieval totalmente restaurado. La portada inmensa, la cabecera exterior grandiosa… esbelta y en su interior la cripta, ábside… pinturas y su claustro. Solo una foto:
Y el rincón donde está Sta María de Obarra, iglesia conventual y al lado la pequeña iglesia dedicada a San Pablo. Todo es hermoso, el rumor de la naturaleza, del agua, viento, frescura del río, todo es serenidad: el paisaje majestuoso de las montañas y sus construcciones románicas colosales.
Como con Roda de Isábena, para conocer las características de ambas iglesias ver el románicoaragonés de A García Omedes.
Personalmente no me impactó tanto como pensaba: su estudio fue una de mis primeras actividades para saber algo del románico y ahora conociendo otros muchos monumentos diferentes , entiendo que hay que valorar cada uno en su singularidad. Hay que reconocer que la construcción es muy primitiva ya del siglo XI y con las características lombardas de las que no existen demasiados ejemplares. Como detalle sí me sedujo la joyita de San Carpasio cerca de Santa María de la Serós, zona de la Jacetaria, visitada en otra ocasión hace ya tiempo.
Las prisas no me dejaron disfrutar del sosiego que trasmitía el lugar, el día soleado y fresco y aquellas hermosuras de piedra bien trabajada desde hace tanto tiempo