«Trilce» de César Vallejo

Después de «Los heraldos negros», vino este libro de poemas, titulado  «Trilce» (?). Está conformado por una serie ininterrumpida de 77 poemas sin títulos, numerados con dígitos romanos. El libro fue escrito en una etapa especialmente dramática para el poeta: la muerte de su madre en agosto de 1918; un fracaso amoroso teñido de escándalo, en mayo de 1919; el fallecimiento de su amigo el escritor Abraham Valdelomar en noviembre de 1919; la sensación de no ser aceptado totalmente en Lima al ser cesado en su puesto de maestro (fines de 1919); y su estadía en la cárcel de Trujillo durante 112 días, entre 1920 y 1921, acusado injustamente de agitador e incendiario. Ver biografía.
Especialmente debió influirle el trauma que vivió en el suceso en que se vio envuelto: en un incendio y saqueo de una casa del pueblo. Suceso del que se le acusó injustamente como participante y azuzador. Se escondió pero fue descubierto, apresado y arrojado en un calabozo de Trujillo donde permaneció durante 112 días (del 6 de noviembre de 1920 al 26 de febrero de 1921).
Para facilitar su comprensión seguiré el criterio de Valverde en su libro Historia de la Literatura Universal,  ya citado, sobre los tres tipos de poemas en que se pueden clasificar, identificándolos por el primer verso y su numeració romana:

•    Poemas entrañables, sentimentales, entendibles para cualquier lector. Serían unos 20 y entre ellos los titulados Las peronsas mayores, El traje que vestí mañana, He encontrado a una niña, Pienso en tu sexo, En el rincón aquel, Oh, las cuatro paredes de la celda, Tahona estuosa de aquellos mis bizcochos, He almorzado solo ahora… etc.

•    Poemas erméticos, casi inaccesibles, experimentales y vanguardistas. Serían la mayoría, alrededor de 40.

•    Poemas abstractos, casi una docena: Rumbé sin novedad (VII), Me da miedo ese chorro (XXVII), Si lloviera esta noche (XXXIII), La Muerte de rodillas (XLI), Este piano viaja para adentro (XLIV), Samain diría (LV), Todos los días amanezco a ciegas (LVI), Es de madera mi paciencia (LX), Amanece lloviendo (LXIII), Serpea el sol en tus manos (LXXI).

Como ejemplo de este último tipo estaría el segundo, una reflexión sobre el tiempo.

II

   TIEMPO TIEMPO.
Mediodía estancado entre relentes.
Bomba aburrida del cuartel achica
tiempo tiempo tiempo tiempo.

          Era Era.

Gallos cancionan escarbando en vano.
Boca del claro día que conjuga
era era era era.

          Mañana Mañana.

El reposo caliente aún de ser.
Piensa el presente guárdame para
mañana mañana mañana mañana

          Nombre Nombre.

¿Qué se llama cuanto heriza nos?
Se llama Lomismo que padece
nombre nombre nombre nombrE.

Acerca de jauhaltesevilla

Jubilado, intento cultivar mis aficiones: historia, lectura, fotografía y salir de viaje con mi Furgo cuando puedo. Me interesa el presente, pero quiero especialmente entender el Siglo XX, sobre todo esta Europa nuestra.
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