«El Rayo que no cesa», libro de poemas de Miguel Hernández

Me ha encantado. Primero por volver a leer poemas que hace tiempo ya había leído y fueron tan jaleados en mis tiempos jóvenes: y en segundo lugar porque te retrotrae a la propia la juventud, sentimientos inocentes, sinceros. Más fáciles de entender para quienes vivimos aquellos tiempos en otra sociedad que tantas dificultades ponía para tener acceso a la enamorada. ¡¡¡Cómo ha cambiado el mundo!!! Y más vale.

El libro tiene 30 poemas, la mayoría sonetos, menos el que lo introduce «Un carnívoro cuchillo» y el que lo acaba, la famosa elegía a su amigo Ramón Sijé «Yo quiero ser llorando el hortelano». Su temática es el amor, amor en evolución tanto literaria como a golpe de realidades. En los primeros sonetos predomina el sentimiento de soledad, siempre está presente la naturaleza, a veces bucólica otras muy real, la que le rodea y conoce, no llega a pecar de platonismo, más bien son las sensaciones y experiencias personales las que le hacen expresarse con verdadero apego a lo más humano y cercano, el propio cuerpo, los instintos animales, las dudas e impaciencias del que está enamorado.

Son muchas las imágenes, metáforas, contrarios… propios del lenguaje de Miguel Hernández.

Para empezar, su primer poema: Un carnívoro cuchillo

Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.

Rayo de metal crispado
fulgentemente caído,
picotea mi costado
y hace en él un triste nido.

Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas.

Tal es la mala virtud
del rayo que me rodea,
que voy a mi juventud
como la luna a mi aldea.

Recojo con las pestañas
sal del alma y sal del ojo
y flores de telarañas
de mis tristezas recojo.

¿A dónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
y mi vocación del mar.

Descansar de esta labor
de huracán, amor o infierno
no es posible, y el dolor
me hará a mi pesar eterno.

Pero al fin podré vencerte,
ave y rayo secular,
corazón, que de la muerte
nadie ha de hacerme dudar.

Sigue, pues, sigue cuchillo,
volando, hiriendo. Algún día
se pondrá el tiempo amarillo
sobre mi fotografía.

Poema sacado de: http://mhernandez.narod.ru/elrayo.htm

Acerca de jauhaltesevilla

Jubilado, intento cultivar mis aficiones: historia, lectura, fotografía y salir de viaje con mi Furgo cuando puedo. Me interesa el presente, pero quiero especialmente entender el Siglo XX, sobre todo esta Europa nuestra.
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